sábado, 10 de diciembre de 2011

Técnicas de grabación de vídeo. Algunos "trucos".

   Cuando tenemos la cámara en la mano hay varias cosas que debemos tener en cuenta: qué tipo de planos vamos a utilizar o que movimientos de cámara vamos a realizar, por ejemplo. Pero hay otras cuestiones que merecen la pena ser tenidas en cuenta. Ciertos "trucos" que nos ayudarán a que nuestras grabaciones sean dignas y correctas.

   1. Tengo un plan. Es muy importante tener una idea previa de lo que queremos grabar. ¿Qué queremos mostrar? ¿Cómo empezar? ¿Cómo organizamos la secuencia narrativa: introducción, nudo y desenlace?


  2. Tomas largas. Si tenemos abundancia de material siempre podemos elegir, pero si nos falta grabación, de ahí no podemos sacar nada. Y lo mismo ocurre con las tomas: es preferible que sean largas, pues siempre podemos cortar, que no que sean demasiado cortas, pues entonces no podemos alargar. Además, debemos procurar que cuando estamos editando echemos de menos tal o cual aspecto que deberíamos haber grabado.

   3. No hay que abusar del zoom. Este es un movimiento muy controvertido. Suele convertirse en un auténtico tormento si se utiliza sin ton ni son, así que lo mejor es usarlo con discreción y prudencia. Es muy conveniente practicar un buen rato los dos movimientos básicos: "zoom in", es decir, acercarse a un objeto desde un cuadro muy abierto, y "zoom out", es decir, alejarse desde un detalle hasta un cuadro abierto.


   4. Póngase a su nivel. Cuando hacemos grabaciones de niños es habitual hacerlo desde nuestro punto de vista, con lo que obtenemos imágenes un tanto distorsionadas en las que los niños aparecen "ahí abajo", empequeñecidos. Se gana en naturalidad si nos agachamos y realizamos estas tomas desde la altura de los ojos de los niños.

   5. Procure movimientos suaves y sólo cuando sean necesarios. Es mejor que se muevan nuestros objetos o personas que no la máquina. Demasiado movimiento puede ser contraproducente y si, además, son movimientos bruscos o vertiginosos, aún puede ser más incómodo para el espectador.


   6. Hay que mantener el pulso firme. Las cámaras de vídeo domésticas tienen un sistema de estabilización de la imagen, pero éste no es demasiado fiable. Por tanto, conviene acudir al uso del trípode o, en todo caso, a superficies firmes en las que apoyar la cámara. Mucho cuidado con el uso del zoom si no tenemos la cámara muy bien apoyada, pues con frecuencia se obtienen tomas muy movidas, lo que supone un problema para el espectador. En tomas muy abiertas (zoom abierto), no suele haber tanto problema.  


   7. Descentre el objeto grabado. Esto es muy interesante, pues tendemos a centrar el objeto de nuestro interés, pero con esto lo único que conseguimos es crear dos zonas sin ningún interés a ambos lados del personaje u objeto motivo de nuestra grabación. Si descentramos moderadamente el motivo o, incluso, lo situamos en uno de los tercios de la imagen ganaremos en calidad audiovisual. 


   8. El sonido es muy importante. Una buena grabación imagen puede quedar destrozada por una mala banda de audio. Por eso hay que tener cuidado en este aspecto. Las cámaras de vídeo llevan incorporado un micrófono, pero esto no tienen la suficiente calidad como para recoger sonidos de diferentes fuentes. Si hacemos una entrevista es conveniente utilizar una cámara que tenga entrada de audio o bien utilizar un sistema de grabación de audio paralelo que posteriormente incluiremos en el audio cuando editemos.

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